Se trata de una nueva tendencia en el mundo del cibercrimen que viene a demostrar que éste está cada vez más profesionalizado. Hasta ahora, los ciberdelincuentes habían buscado posicionar sus páginas entre los primeros resultados de los buscadores más conocidos mediante técnicas maliciosas de SEO (Search Engine Optimization) o «blackhat SEO». Ahora, están comenzando a buscar sus propios buscadores que sólo conduzcan a aquellas páginas preparadas para infectar o estafar a los usuarios.
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